Señor, me entrego a Ti: Para que me preserves.
Señor, me entrego a Ti: para que me purifiques.
Señor, me entrego a Ti: para que me santifiques.
Por el Corazón divino de la Santísima Virgen
Madre de Tu Hijo Amado y Esposa del Espíritu Santo.
Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Señor, me entrego a Ti: para que me purifiques.
Señor, me entrego a Ti: para que me santifiques.
Por el Corazón divino de la Santísima Virgen
Madre de Tu Hijo Amado y Esposa del Espíritu Santo.
Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.