NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS

NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS
Modo de practicar esta devoción: Todos los días, rezar lo siguiente: ¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal! 1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría) 2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría) 3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría) Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo". Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".

lunes, 31 de diciembre de 2007

TE DEUM


En este último día del año he sentido tu misericordia, he sido llamada a más purificación, y te doy gracias por tus cuidados, por tus gracias que son inmensas.
Padre, y Dios mió te doy gracias por todo lo que he recibido, durante todo el año.
Y te pido perdón por mis infidelidades y mi egoísmo.
En este Año Nuevo que comienza, quisiera darme más cuenta de todo lo tuyo, para hacerlo más mió, y poder ser más de los hermanos.

OFICIO DE LECTURA


TE DEUM


A Tí, oh Dios, te alabamos, a Tí, Señor, te reconocemos.
A Tí, eterno Padre, te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
A Tí te ensalza el glorioso coro de los apóstoles, la multitud admirable de los profetas, el blanco ejército de los mártires.
A Tí la Iglesia santa, extendida por toda la tierra, te aclama:
Padre de inmensa majestad, Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo, Defensor.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Creemos que un día has de venir como juez.
Te rogamos, pues,que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,y bendice tu heredad.
Sé su pastor y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos y alabamos tu nombre para siempre, por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor,venga sobre nosotros,como lo esperamos de Tí.
En Tí, Señor, confié,no me veré defraudado para siempre.

martes, 25 de diciembre de 2007

EL AMOR DEL PADRE AL MANDARNOS A SU HIJO



Dios, Creador del cielo y de la tierra, Padre de Jesús y Padre nuestro
Bendito seas Señor, Padre que estás en el cielo, porque en tu infinita misericordia te has inclinado sobre la miseria del hombre y nos has dado a Jesús, tu Hijo, nacido de mujer, nuestro salvador y amigo, hermano y redentor.

¡A ti, Padre, nuestra alabanza por siempre!

Padre omnipotente, haz que todos tus hijos sientan que en su caminar hacia ti, meta última del hombre, los acompaña bondadosa la Virgen María, icono del amor puro, elegida por ti para ser Madre de Cristo y de la Iglesia.

¡A ti, Padre, nuestra alabanza por siempre!

A ti, Padre de la vida, principio sin principio, suma bondad y eterna luz, con el Hijo y el Espíritu, honor y gloria, alabanza y gratitud por los siglos sin fin. Amén.

sábado, 8 de diciembre de 2007

IMPULSOS DE AMOR.


Tú eres mi sumo bien
Y mi sumo fin.

Tú eres mi impulso al bien.
Y mi impulso al fin

Tú Señor, eres mi heredad
Tú la gloria de mi necedad.

Tú señor mío la inmensidad.
Yo en ti la unidad…


Señor, toma mi alma y mi corazón
Para que puedas desmenuzarlas con tus manos.
Y se transformen en esencia de tu sangre,
Y en unidad con el Padre, y el Espíritu Santo.




Autora: Mercedes Ramos.


ESENCIA DE TRINIDAD


Hija, madre y esposa
De la trinidad excelsa.
El cimiento del género humano
El secreto bien guardado
La esencia del cristiano
Llevas, en tu pecho enlazado.
En seña tu sublime manera...
Para tratar, a la Trinidad Excelsa.
Somos, hijos pródigos, que piensan;
En acercarnos a su clemencia.
Sabiendo que hemos pecado.
Reconozcamos, ante el Dios del perdón.
Reconozcamos, a su hijo el crucificado.
Reconozcamos, al espíritu santo.
Que son divinas personas, juntas y en separado
Que hacen, el mismo DIOS--- UNO--- Y ---TRINO.
Es un misterio tan grande… qué sobrepasa
Nuestro pobre entendimiento, la llena de gracia:
De tan gran amor se llenó, cual enamorada, de felicidad;
Con calma, saboreaba, el perfume;
ESENCIA DE TRINIDAD.
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Autora: Mercedes Ramos.

viernes, 7 de diciembre de 2007

EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.




LA REVELACION DE DIOS LA SANTISIMA TRINIDAD.


44. ¿Cuál es el misterio central de la fe y de la vida cristiana?
El misterio central de la fe y de la vida cristiana es el misterio de la Santísima Trinidad. Los cristianos son bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. (Catecismo de la Iglesia Católica # 232-237)

45. ¿Puede la razón humana conocer, por sí sola, el misterio de la Santísima Trinidad?
Dios ha dejado huellas de su ser trinitario en la creación y en el Antiguo Testamento, pero la intimidad de su ser como Trinidad Santa constituye un misterio inaccesible a la sola razón humana e incluso a la fe de Israel, antes de la Encarnación del Hijo de Dios y del envío del Espíritu Santo. Este misterio ha sido revelado por Jesucristo, y es la fuente de todos los demás misterios. (Catecismo de la Iglesia Católica # 237)

46. ¿Qué nos revela Jesucristo acerca del misterio del Padre?

Jesucristo nos revela que Dios es «Padre», no sólo en cuanto es Creador del universo y del hombre sino, sobre todo, porque engendra eternamente en su seno al Hijo, que es su Verbo, «resplandor de su gloria e impronta de su sustancia» (Hb 1, 3). (Catecismo de la Iglesia Católica # 240-243)

47. ¿Quién es el Espíritu Santo, que Jesucristo nos ha revelado?

El Espíritu Santo es la tercera Persona de la Santísima Trinidad. Es Dios, uno e igual al Padre y al Hijo; «procede del Padre» (Jn 15, 26), que es principio sin principio y origen de toda la vida trinitaria. Y procede también del Hijo (Filioque), por el don eterno que el Padre hace al Hijo. El Espíritu Santo, enviado por el Padre y por el Hijo encarnado, guía a la Iglesia hasta el conocimiento de la «verdad plena» (Jn 16, 13). (Catecismo de la Iglesia Católica # 243-248)

48. ¿Cómo expresa la Iglesia su fe trinitaria?

La Iglesia expresa su fe trinitaria confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres divinas Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a la plenitud de la única e indivisible naturaleza divina. Las tres son realmente distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre engendra al Hijo, el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. (Catecismo de la Iglesia Católica # 249-256 266)

49. ¿Cómo obran las tres divinas Personas?

Inseparables en su única sustancia, las divinas Personas son también inseparables en su obrar: la Trinidad tiene una sola y misma operación. Pero en el único obrar divino, cada Persona se hace presente según el modo que le es propio en la Trinidad.

(Catecismo de la Iglesia Católica #

257-260 267)

«Dios mío, Trinidad a quien adoro... pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada amada y el lugar de tu reposo. Que yo no te deje jamás solo en ella, sino que yo esté allí enteramente, totalmente despierta en mi fe, en adoración, entregada sin reservas a tu acción creadora» (Beata Isabel de la Trinidad)

(tomado del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica)

SANTÍSIMA TRINIDAD TE DEUN





ATRIBUIDO A NICETAS DE REMESIANA Y A SAN AMBROSIO DE MILÁN


1. A Ti, oh Dios, te alabamos;
a Ti, Señor, te reconocemos.
2. A Ti, Eterno Padre,
te venera toda la creación.
3. Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
4. Los querubines y serafines te cantan Sin cesar:
5, Santo, Santo, Santo,
es el Señor Dios del Universo.
6. Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
7. A Ti te ensalza
el glorioso coro de los Apóstoles,
8. A Ti te ensalza
la multitud admirable de los Profetas,
9. A Ti te ensalza
el blanco ejército de los Mártires.
10. A Ti la Iglesia Santa extendida por toda la tierra, te proclama:
11.Padre
de inmensa majestad,
12. Hijo único y verdadero,
digno de adoración,
13. Espíritu Santo
Paráclito.
14. Tú eres el Rey de la gloria,
Cristo.
15. Tú eres el Hijo único
del Padre.
16. Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana, sin desdeñar el seno de la Virgen.
17. Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el Reino del Cielo.
18. Tú te sientas a la derecha de D¡os
en la gloria del Padre.
19, Creemos que un día
has de venir como Juez.
20. Te rogamos, pues que vengas
en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa Sangre.
21. Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus Santos.
22. Salva a tu pueblo,
Señor, y bendice tu heredad.
23. Sé su Pastor
y ensálzalo eternamente.
24. Día tras día
te bendecimos.
25.Y alabamos tu Nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
26.Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
27.Ten piedad de nosotros,
Señor, ten piedad de nosotros.
28.Que tu misericordia, Señor,venga sobre nosotros, como lo esperamos de Ti,
29. En Ti Señor, confié,
no me vea defraudado para siempre.

V.Bendito eres, Señor, Dios de nuestros
padres.
R.Y digno de alabanza, y glorioso por lo siglos.
V. Bendigamos al Padre, y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle sobre todas las cosas por los siglos.
V. Bendito eres Señor en lo más alto del cielo.
R. Y digno de alabanza, y glorioso y ensalzado por todos los siglos.
V Bendice, alma mía, al Señor
R. Y nunca olvides sus muchos beneficios.
V Señor, escucha mi oración.
U. Y llegue a Ti mi clamor.

Los sacerdotes añaden:
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

Oremos.

Oh Dios, cuya misericordia es infinita e inagotable la bondad, damos gracias a tu divina Majestad, por los bienes que hemos recibido, implorando siempre tu clemencia, para que no abandonando a aquellos a quienes concedes lo que te piden, los dispongas para recibir las recompensas eternas.

Oh Dios, que has instruido los corazones de los fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos según el mismo Espíritu conocer las cosas rectas y gozar siempre de sus divinos consuelos.

Oh Dios, que no permites sea afligido en demasía cualquiera que en Ti espera, sino que atiendes piadoso a nuestras súplicas: te damos gracias por haber aceptado nuestras peticiones y votos, suplicándote piadosísimamente que merezcamos vernos libres de toda adversidad. Por nuestro Señor Jesucristo...

R. Amén.