NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS

NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS
Modo de practicar esta devoción: Todos los días, rezar lo siguiente: ¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal! 1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría) 2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría) 3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría) Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo". Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".

domingo, 27 de septiembre de 2009

OH DIOS MÍO ETERNO




Oh Dios mío eterno,
porque eres infalible, todopoderoso,
misericordioso y sumo bien,
creo en Ti: aumenta mi fe;
por los méritos de Jesucristo
espero en Ti: fortalece mi esperanza;
Te amo: enciende siempre más mi amor;
porque sé quien eres me arrepiento de haber pecado
y aumenta mi arrepentimiento.
Dios mío, te adoro como mi principio;
te deseo como mi fin último,
te agradezco como mi bienhechor perpetuo,
te invoco como mi único defensor.
Dios mío, Padre amorosísimo,
dignarte de guiarme con tu sabiduría,
de frenarme con tu justicia,
de consolarme con tu misericordia,
de protegerme con tu omnipotencia.
A ti consagro mis pensamientos y mis palabras,
mis acciones y mis sufrimientos,
a fin de que piense siempre en Ti, hable de Ti,
realice lo que haces Tú y sufra por Ti.
Señor, Dios de toda consolación,
quiero aquello que quieres tú,
porque Tú lo quieres, y te pido de iluminar mi intelecto,
incentivar mi voluntad, purificar mi corazón
y santificar mi alma. Amén.
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San Vicente Pallotti