NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS

NUESTRA SEÑORA DE LAS TRES AVEMARÍAS
Modo de practicar esta devoción: Todos los días, rezar lo siguiente: ¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal! 1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (rezar un Avemaría) 2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (rezar un Avemaría) 3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (rezar un Avemaría) Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo". Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".

lunes, 8 de noviembre de 2010

EL AVE MARÍA DE ORO



El Ave María De Oro

Ave María, blanco lirio de la gloriosa

Y siempre-serena Trinidad.

Salve brillante Rosa del jardín

De los deleites celestiales:

¡Oh! Vos, de quien Dios quiso nacer en este mundo,

Y de cuya leche el Rey del Cielo quiso ser nutrido

Alimentad nuestras almas con las efusiones

De la Gracia Divina. Amén.



A las almas que en vida me hayan saludado con esta oración, me apareceré con gran resplandor en la hora de la muerte. Además, cuando el alma se separe del cuerpo, me manifestaré con hermosura tan espléndida, que el alma sentirá un gran consuelo. En ese instante, experimentará algo semejante a las delicias del Paraíso.”

Palabras de la Santísima Virgen María a Santa Gertrudes al Mayor.
(De las Revelaciones, Tomo III, Capítulo XVIII)

BEATA ISABEL DE LA TRINIDAD



Oh Dios, rico en misericordia, que descubriste a la Beata Isabel de la Trinidad el misterio de tu presencia secreta en el alma del justo e hiciste de ella una adoradora en espíritu y verdad, concédenos, por su intercesión, que también nosotros, permaneciendo en el amor de Cristo, merezcamos ser transformados en templos del Espíritu de Amor, para alabanza de tu gloria. Amén.

Descargar Presentación:

POWER POINT DE ISABEL DE LA TRINIDAD

PENSAMIENTOS Y DOCTRINA

· Vivamos con Dios como con un amigo

· He hallado mi cielo en la tierra pues el cielo es Dios y Dios está en mi alma.

· El contemplativo es un ser que vive bajo el resplandor de la faz de Cristo, que penetra en el misterio de Dios impulsado no por la luz que proyecta el pensamiento humano sino por la claridad que produce la palabra del Verbo encarnado.

· Creo que si El me ha amado tan apasionadamente y me ha hecho tantos favores es por verme tan débil.

· Mi ideal consiste en ser la Alabanza de su gloria.

· Qué importa estar en el cielo o en la tierra. Vivamos en el amor para glorificar al Amor.

· Cuanto más cerca se vive de Dios más se ama.

· Las almas penetran en Dios mediante la fe viva y allí, implificadas y en paz, El las conduce por encima de las cosas y gustos sensibles hasta la tiniebla sagrada quedando transformadas en imagen de Dios. Esas almas viven, según la expresión de San Juan, en sociedad (Jn. 1,3) con las Tres adorables Personas, en comunión de vida. En esto consiste la vida contemplativa. Es una contemplación que conduce a la posesión. Ahora bien, esta posesión simple es la vida eterna disfrutada en el abismo sin fondo. Es allí, donde por encima de la razón, nos espera el profundo reposo de la inmutabilidad divina.

· Las rejas no existirán nunca para nuestros corazones...en el Carmelo el corazón se dilata y su amor es aún más intenso.

· Mirad, en el Carmelo el corazón se dilata y sabe amar mejor.

· Para vencer el orgullo: matarlo de hambre. Mira, el orgullo es amor propio. Pues bien; el amor de Dios debe ser tan fuerte que anule por completo nuestro amor propio.

· ¡Oh muerte! Yo misma te llamaría a gritos si no tuviese la esperanza de sufrir y hacer algún bien en la tierra.

· Yo he hallado mi cielo en la tierra en mi querida soledad del Carmelo, donde vivo a solas con Dios solo. Todo lo hago con El. Por eso realizo las cosas con alegría divina. Que barra, trabaje o haga oración, todo me resulta encantador y delicioso porque descubro a mi divino Maestro en todas partes.

· No tener noticias es una buena noticia

SU ESPIRITUALIDAD

· Fue más su vida misma que su doctrina. Esta sólo en parte fue escrita por ella.

· Sor Isabel es un alma interior que se transforma de día en día en el Misterio Trinitario.

· El silencio, la soledad, la oración contemplativa son la palestra que la disponen a ser dócil a la voluntad divina, que cumple siempre y en todo a la mayor perfección.

· Enamorada de Cristo, que es "su libro preferido", se eleva a la Trinidad hasta que "Isabel desaparece, se pierde y se deja invadir por los Tres".

· "La Trinidad: aquí está nuestra morada, nuestro hogar, la casa paterna de la que jamás debemos salir... Me parece que he encontrado mi cielo en la tierra, puesto que el cielo es Dios y Dios está en mi alma. El día que comprendí eso todo se iluminó para mí."

· "Creer que un ser que se llama El Amor habita en nosotros en todo instante del día y de la noche y que nos pide que vivamos en sociedad con El, he aquí, os lo confío, lo que ha hecho de mi vida un cielo anticipado"

· 'Mi Esposo quiere que yo sea para El una humanidad adicional en la cual El pueda seguir sufriendo para gloria del Padre y para ayudar a la Iglesia"

· Amó profundamente su vocación carmelita y trató de amar y de imitar a la "Janua coeíi", como llamaba a la Virgen Purísima.

· Murmurando casi como en un canto "Voy a la luz, al amor, a la vida", expiró."

SU MENSAJE

· Que corramos por el camino de la santidad, que el Espíritu Santo eleve nuestro espíritu, que seamos siempre "alabanza de gloria de la Santísima. Trinidad", que seamos dóciles a las mociones del Espíritu.

AFORISMOS

· Vivamos con Dios como con un amigo, tengamos una fe viva para estar en todo unidos a Dios (H, 576).

· Dios en mí, yo en Él, he ahí mi vida... ¡Oh Jesús, haz que nada pueda distraerme de ti, ni las preocupaciones, ni las alegrías, ni los sufrimientos, que mi vida sea una oración continua (T, 10).

· El Amor habita en nosotros, por ello mi vida es la amistad con los Huéspedes que habitan en mi alma, éstos son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (T, 10).

· Que mi vida sea una alabanza de gloria para las tres divinas Personas (cfr. T, 11).

· Anhelo llegar al cielo, no solamente pura como ángel, sino transformada en Jesucristo crucificado (T, 12).

· La adoración es un silencio profundo y solemne en que se abisma el que adora, confesando el todo del Dios Uno y Trino, y la pequeñez de la creatura (cfr. T, 26).

· Nuestra adoración debe unirse a la otra adoración más perfecta: la adoración de Jesucristo, quien adora a Dios Padre en el Espíritu Santo, quien se ofrece como hostia viva (cfr. T, 27).

· Oh, Dios mío, Trinidad a quien adoro, ayúdame a olvidarme enteramente de mí misma para vivir en ti (cfr. T, 28).

· Te adoro Padre fecundo, te adoro Hijo que nos ayudas a ser hijos del Padre, te adoro Santo Espíritu que sales del Padre y del Hijo (cfr. T, 52).

· Morir a mí misma en cada instante, para vivir plenemente en Cristo (cfr. T, 68-69).

· ¡Oh Dios mío, apacigua mi espíritu, apacigua mis sentidos exteriores (cfr. T, 72).

· Mi alma se alegra en Dios, de Él espero mi liberación (cfr. T, 79).

· Quiero ser una morada de Dios buscando que mi corazón viva en la Trinidad... Un alma en estado de gracia es una casa de Dios, en donde habita Dios mismo, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (cfr. T, 80).

· Oh Trinidad amada tú habitas en mi alma, y yo lo he ignorado (cfr. T, 83).

· Todo pasa. En la tarde la vida, sólo el amor permanece... Es necesario hacerlo todo por amor.

domingo, 31 de enero de 2010

Himno: HACEDOR DE LA LUZ: TÚ QUE CREASTE



Hacedor de la luz: tú que creaste
la que brilla en los días de este suelo,
y que, mediante sus primeros rayos,
diste principio al universo entero.

Tú que nos ordenaste llamar día
al tiempo entre la aurora y el ocaso,
ahora que la noche se aproxima
oye nuestra oración y nuestro llanto.

Que cargados con todas nuestras culpas
no perdamos el don de la otra vida,
al no pensar en nada duradero
y al continuar pecando todavía.

Haz que, evitando todo lo dañoso
y a cubierto de todo lo perverso,
empujemos las puertas celestiales
y arrebatemos el eterno premio.

Escucha nuestra voz, piadoso Padre,
que junto con tu Hijo Jesucristo
y con el Santo Espíritu Paráclito,
reinas y reinarás en todo siglo. Amén.