AMADO PADRE MÍO, QUE VES MIS NECESIDADES, TE OFREZCO EL CUERPO AMADO DE TU HIJO, EN LA HORA DEL GRAN DESAMPARO, LAS TRES DE LA TARDE. SUFRIENTE, ABANDONADO Y HUMILLADO, MURIENDO POR MI, QUE NO LE MEREZCO, TE LO OFREZCO PADRE MÍO, POR TODO LO QUE ME AFLIGE, QUIERO SENTIR TU MANO PROTECTORA QUE ME ALIVIE A MÍ Y MI FAMILIA, LA PAZ DEL MUNDO Y MI PAÍS, PADRE BUENO, QUE TANTO NOS AMAS AL DARNOS A TU HIJO, TE LO PIDO, NO ME DESAMPARES, PERDONA TODOS MIS PECADOS COMETIDOS DE TODA MI VIDA, QUE TANTO TE HAN OFENDIDO, Y LLÉVAME A TU REGAZO COMO UNA PEQUEÑEZ QUE SOY, TE LO SUPLICO POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO QUE VIVE Y REINA CONTIGO Y EL ESPÍRITU SANTO.