SALMO PROTECTOR
SALMO 90
TÚ QUE HABITAS AL AMPARO DEL ALTÍSIMO
Y RESIDES A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE,
DILE AL SEÑOR: “MI AMPARO, MI REFUGIO,
MI DIOS, EN QUIEN YO PONGO MI CONFIANZA”.
EL TE LIBRARÁ DEL LAZO DEL CAZADOR
Y DEL AZOTE DE LA DESGRACIA;
TE CUBRIRÁ CON SUS PLUMAS
Y HALLARÁS BAJO SUS ALAS UN REFUGIO.
NO TEMERÁS LOS MIEDOS DE LA NOCHE
NI LA FLECHA DISPARADA DE DIA,
NI LA PESTE QUE AVANZA EN LAS TINIEBLAS,
NI LA PLAGA QUE AZOTA A PLENO SOL.
AUNQUE CAIGAN MIL HOMBRES A TU LADO
Y DIEZ MIL, A TU DERECHA,
TU ESTARÁS FUERA DE PELIGRO:
SU LEALTAD SERA TU ESCUDO Y ARMADURA.
BASTA QUE MIRES CON TUS OJOS
Y VERAS COMO SE LE PAGA AL IMPÍO.
PERO TU DICES: “MI AMPARO ES EL SEÑOR”,
TU HAS HECHO DEL ALTÍSIMO TU ASILO.
LA DESGRACIA NO TE ALCANZARÁ
NI LA PLAGA SE ACERCARÁ A TU TIENDA:
PUES A LOS ÁNGELES LES HA ORDENADO
QUE TE ESCOLTEN EN TODOS TUS CAMINOS.
EN SUS MANOS TE HABRÁN DE SOSTENER
PARA QUE NO TROPIEZE TU PIE EN ALGUNA PIEDRA;
ANDARÁS SOBRE VÍBORAS Y LEONES
Y PISARÁS CACHORROS Y DRAGONES.
“PUES A MI SE ACOGIÓ, LO LIBRARÉ,
LO PROTEGERÉ, PUES MI NOMBRE CONOCIÓ.
SI ME INVOCA, YO LE RESPONDERÉ,
Y EN LA ANGUSTIA ESTARÉ JUNTO A ÉL,
LO SALVARÉ, LE RENDIRÉ HONORES.
ALARGARÉ SUS DÍAS COMO LO DESEA
Y HARÉ QUE PUEDA VER MI SALVACIÓN”.
SALMO 90
TÚ QUE HABITAS AL AMPARO DEL ALTÍSIMO
Y RESIDES A LA SOMBRA DEL OMNIPOTENTE,
DILE AL SEÑOR: “MI AMPARO, MI REFUGIO,
MI DIOS, EN QUIEN YO PONGO MI CONFIANZA”.
EL TE LIBRARÁ DEL LAZO DEL CAZADOR
Y DEL AZOTE DE LA DESGRACIA;
TE CUBRIRÁ CON SUS PLUMAS
Y HALLARÁS BAJO SUS ALAS UN REFUGIO.
NO TEMERÁS LOS MIEDOS DE LA NOCHE
NI LA FLECHA DISPARADA DE DIA,
NI LA PESTE QUE AVANZA EN LAS TINIEBLAS,
NI LA PLAGA QUE AZOTA A PLENO SOL.
AUNQUE CAIGAN MIL HOMBRES A TU LADO
Y DIEZ MIL, A TU DERECHA,
TU ESTARÁS FUERA DE PELIGRO:
SU LEALTAD SERA TU ESCUDO Y ARMADURA.
BASTA QUE MIRES CON TUS OJOS
Y VERAS COMO SE LE PAGA AL IMPÍO.
PERO TU DICES: “MI AMPARO ES EL SEÑOR”,
TU HAS HECHO DEL ALTÍSIMO TU ASILO.
LA DESGRACIA NO TE ALCANZARÁ
NI LA PLAGA SE ACERCARÁ A TU TIENDA:
PUES A LOS ÁNGELES LES HA ORDENADO
QUE TE ESCOLTEN EN TODOS TUS CAMINOS.
EN SUS MANOS TE HABRÁN DE SOSTENER
PARA QUE NO TROPIEZE TU PIE EN ALGUNA PIEDRA;
ANDARÁS SOBRE VÍBORAS Y LEONES
Y PISARÁS CACHORROS Y DRAGONES.
“PUES A MI SE ACOGIÓ, LO LIBRARÉ,
LO PROTEGERÉ, PUES MI NOMBRE CONOCIÓ.
SI ME INVOCA, YO LE RESPONDERÉ,
Y EN LA ANGUSTIA ESTARÉ JUNTO A ÉL,
LO SALVARÉ, LE RENDIRÉ HONORES.
ALARGARÉ SUS DÍAS COMO LO DESEA
Y HARÉ QUE PUEDA VER MI SALVACIÓN”.