QUE NUESTROS HOGARES SE SEMEJEN AL DE LA FAMILIA DE NAZARET
Bendice, ¡OH Trinidad Santísima!, Padre,
Hijo y
Espíritu Santo, este hogar que Te
consagramos y que
ponemos bajo Tu augusto Poder.
Bendícelo y haz que en él impero la salud,
la
gracia y la abundancia para todos sus
habitantes.
Disipa con Tu poder las amarguras, y danos
paz y
tranquilidad a nuestras almas.
Destina un Ángel para que custodie
nuestro
hogar y sea el guardián de nuestra puerta, a
fin de
que no entre a nuestro recinto el espíritu
del mal.
Concede el descanso eterno a las almas de
nuestros
familiares que, por Tu Voluntad, han
abandonado su
puesto en este hogar.
Bendice a los presentes y a los
ausentes, y danos
a todos la Gracia de vivir en paz, para prepararnos al
gozo de Tu presencia celestial. Santísima
Trinidad,
bendícenos y socórrenos en todas nuestras
necesidades,
protégenos y ampáranos siempre y en todo
lugar. Amén.
Para Ti la alabanza,
para Ti la gloria,
para Ti la acción de gracias.
¡Oh, Santísima Trinidad!
Por los siglos de los siglos.
(TRES VECES)